jueves, 2 de mayo de 2013

LA PSICONATUROPATÍA, UN ENFOQUE VITAL Y NECESARIO


Existe un gran desconocimiento general en la población sobre la prevención natural y las capacidades autocurativas que todos poseemos. Tenemos capacidades innatas que no desarrollamos de forma adecuada ni suficiente. Tampoco sabemos interpretar las necesidades de nuestro organismo cuando éste, mediante el lenguaje de la enfermedad, nos dice cómo se siente. Sin embargo, eso es algo que se puede corregir y mejorar con un mayor conocimiento sobre nosotros mismos y de nuestra relación con el ambiente que nos rodea.
La educación que hemos recibido se ha centrado exclusivamente en adquirir habilidades y conocimientos externos como herramientas para competir, sobre todo en el mercado laboral y profesional, pero ha olvidado que también es imprescindible conocer y cuidar la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente para garantizar la consecución de los objetivos que podamos proponernos en la vida. En lugar de facilitarnos esto, ha promovido que lo más preciado que tenemos, nuestra salud, la pongamos desde el principio en manos de terceras personas, desresponsabilizándonos de cuánto nos pueda suceder por ese motivo, bajo el discurso biomédico que dice que el origen de todo trastorno o enfermedad reside siempre en causas biológicas, dependientes de un mal funcionamiento de los procesos fisiológicos a causa de desequilibrios bioquímicos, o por la acción de patógenos externos como virus y bacterias. Como consecuencia de esto se ha promovido la creencia generalizada de que toda disfunción o enfermedad debe ser tratada con un fármaco específico para combatirla, de forma que todo son enfermedades, todo se patologiza y todo se medica. Este modelo sanitario es muy costoso y, además, no ha sido capaz de frenar el constante aumento de enfermedades no contagiosas, es decir, enfermedades crónicas o también llamadas enfermedades relacionadas con el estilo de vida, cuya prevalencia aumenta sin cesar a pesar de los avances científicos y tecnológicos.
Pero ha llegado la hora del cambio con el enfoque biopsicosocial de la salud, según el cual, las causas de las enfermedades y trastornos las podemos encontrar, además del ámbito biológico, en el ámbito psicológico y social. Este modelo, más sostenible y racional, se interesa por los factores causales generales y desmedicaliza la salud, promocionando unas mejores condiciones sociales que permitan unos hábitos de vida más saludables y una mayor prevención. Por eso no debe extrañar que la propia O.M.S., ya en el año 1946,  definiera la salud como “el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad”. Y por eso, tampoco debemos extrañarnos de la absoluta necesidad de sincronizar y armonizar nuestro cuerpo y nuestra mente, tanto en la salud como en la enfermedad. No se puede seguir tratando por separado la mente y el cuerpo como si fuéramos una máquina, una sucesión de piezas independientes unas de otras. En nuestro organismo todo es uno, cuerpo y mente, de forma que cualquier alteración en un ámbito, siempre acarreará consecuencias en otro. Por ello, a la hora de tratar los desequilibrios, trastornos o problemas, se debe hacer sin perder la perspectiva holística, global y ecológica necesaria.
En este contexto, la Psiconaturopatía cumple esos requerimientos además de otros importantísimos como <no hay enfermedades, sino enfermos>, <ante todo no perjudicar>, <tratar la causa y no solamente sus efectos>, o el tan conocido <que tu mejor medicina sea tu alimento, y que tu alimento sea tu mejor medicina>.
Pero, ¿qué es la Psiconaturopatía?. Técnicamente, la Psiconaturopatía combina e integra la Psicología y la Naturopatía para atender y entender de forma holística al cuerpo y la mente, de tal forma que su reciprocidad y complementariedad potencie sus respectivos beneficios y promueva un mejor resultado. Así, lo biológico, lo psicológico y lo social, se cruzan armónicamente en un mismo punto de encuentro, propiciando resultados más profundos y decisivos para la persona.
No obstante, la Psiconaturopatía no es solo una simple combinación o suma de técnicas o terapias, sino que goza, además, de una identidad y filosofía propia, en la que las dos disciplinas se funden en una misma unidad funcional, de la misma forma que el ser humano no es la mera suma de cuerpo y mente, sino la unidad funcional de los dos, basándose su salud en el equilibrio y armonía entre ambos.
La Psiconaturopatía no se aplica como una simple dispensación de remedios, fórmulas o técnicas, sino que a través de una estrategia global incorpora una reeducación integral en la salud, de forma que se potencia el autoconocimiento y el desarrollo de las capacidades autocurativas de la persona, juntamente con un mayor conocimiento y utilización de los agentes y técnicas naturales como principales aliados, de forma que, en lugar de "combatir enfermedades" se buscan las raíces de los problemas, su comprensión y su tratamiento natural, estimulando a la persona para cambiar aquellos comportamientos o circunstancias modificables que actúan como factores desencadenantes, mantenedores o agravadores de dichos problemas, ya sean de ámbito físico o mental. En Psiconaturopatía no hay pacientes pasivos, sino que estimulamos a la persona para que se convierta en agente activo de su salud.
Cuando nuestro camino está lleno de idas y venidas sin sentido, de equivocaciones y fracasos, de azares incontrolados que nos atormentan y desorientan, de preguntas sin respuestas, la Psiconaturopatía puede facilitarnos la comprensión y el cambio que nos ayude a superar, en la medida de lo posible y de forma natural, estas dinámicas negativas cada vez más presentes en nuestras vidas y en nuestra sociedad, mejorando o recuperando el bienestar físico, mental y social, o lo que es lo mismo, la salud, mediante el soporte psicológico y biológico personalizado y adecuado para cada caso.


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